
Si hay agua, hay vida. ¡No la malgastes! Tres casos en los que debes cerrar la llave
Pequeños cambios salvan al planeta. Lo tenemos claro en el Refugio Corazones Verdes y por eso la invitación que siempre hacemos para nuestros visitantes: cerrar el grifo en 3 casos puntuales.
Mientras te cepillas los dientes: ese es un ahorro totalmente importante. Se trata de una acción que debe hacerse al menos 3 veces al día y que cuenta con varios pasos. Mientras tienes el cepillo en tu boca haciendo la limpieza de dientes, lengua y demás partes, la llave debería estar cerrada. Se abre solo para la limpieza de las cerdas y el enjuague de la boca. Una acción fácil y de un gran impacto.
Mientras te enjabonas: otra de las acciones que se lleva a cabo por limpieza personal. Aplica tanto para el baño del cuerpo en la ducha como de las manos en el lavamanos. Ambos momentos se inician con un poco de agua y se terminan de la misma forma. En el medio se puede lograr el ahorro. Al usar el jabón, la llave debería estar cerrada.
Mientras te afeitas: atención, hombres. El momento de quitarse la barba, el bigote, arreglarse las patillas y demás, también puede hacerse sin el gasto de agua constante. Se puede pausar su uso mientras se utiliza la máquina. También son segundos de ahorro que valen muchísimo.
Un grifo estándar gasta entre 7 y 11 litros de agua por minuto. Si lo cierras en estos tres momentos puntuales, el ahorro es importante tanto para el medio ambiente como para tu bolsillo. ¡En una semana ahorrarías entre 94 y 154 litros de agua por persona!