Llega la semana de receso estudiantil. Los niños dejarán de ir al colegio, pero no por eso el aprendizaje debe parar. ¡Es tiempo de aprender otras cosas! Y para eso, hacerlo al aire libre es una muy buena alternativa.
En el Refugio Corazones Verdes alistamos un par de planes enfocados en ello. Está el Plan Bio para el 8 de octubre; y el Plan Wayra para el 10. Son opciones para alejarlos por un tiempo de lo que suelen hacer en casa y que, seguramente, les traerán muchos beneficios.
Estar al aire libre ayuda a los niños a desarrollar habilidades de aprendizaje. Para ellos significa una nueva experiencia. A través del juego entienden una forma divertida de asimilar información y nuevas habilidades. Se ven alentados a pensar que el aprendizaje es un proceso continuo en lugar de algo que se hace en el aula.
CREATIVIDAD. Jugar al aire libre los ayuda a fomentar la creatividad. Los objetos que los rodean estimulan su imaginación y rápidamente aprovechan su creatividad.
SALUD. Con más espacio para moverse, suelen ser más activos. Eso les ayuda a desarrollar huesos fuertes y buenos niveles de condición física, a la vez que les permite quemar energía y calorías adicionales. Además absorben del sol vitamina D.
BIENESTAR. Se mejora su estado de ánimo. Se ven motivados a deshacerse de la energía acumulada, especialmente si tienden a estar inquietos cuando están sentados por largos períodos de tiempo.
HABILIDADES SOCIALES. Al estar menos llenos de gente, dejan de sentirse intimidados. Suelen ser más sociables. Están más dispuestos a participar en juegos y actividades. Aprenden habilidades sociales.
INDEPENDENCIA. Se sienten libres. Su interacción principal es con otros niños y eso los hace autosuficientes.
Son situaciones a tener en cuenta, sobre todo ahora que llega la semana de receso y habrá tiempo para eso. El estudio queda de lado por un tiempo y este tipo de vivencias pueden ser importantes para ellos.